La historia de lo que hoy conocemos como calcetines se remonta a la edad de piedra. Entonces nuestros ancestros usaban pieles de animales con los que se enrollaban los pies y tobillos.
Podemos decir que los calcetines empiezan a “ponerse” en el pie, en vez de enrollarse a este, hacía el siglo 8 a.c. Estos hechos, como tantos otros hitos de nuestra historia, acaecieron en la antigua Grecia.
Ya en siglo XIV En España, Gran Bretaña y otros países europeos, la nobleza los usaba como protectores de pie y tobillos.
En el siglo XVI se invento una máquina para hacer calcetines de lana, algodón y seda en varios colores. Mediante la industrialización los calcetines llegaron al gran público.
En el siglo XIX nuestra prenda favorita se llenó de vida y color, bordados, detalles, adornaban los calcetines.
En el siglo XXI le damos un nuevo giro a la historia de los calcetines.

Oda a los calcetines
… estos celestiales calcetines.
Eran tan hermosos que por primera vez
mis pies me parecieron inaceptables…
Sin embargo, resistí la tentación
aguda de guardarlos como los colegiales
preservan las luciérnagas,
como los eruditos coleccionan
documentos sagrados…
… estiré los pies y me enfundé
los bellos calcetines, y luego los zapatos.
Y es esta la moral de mi Oda…
